Buenas amigos cachimberos,
Hoy os traigo una pequeña historia de hace un par de años en verano en mi pueblo. Estábamos como un día cualquiera fumando cachimba por la tarde en nuestro local (nosotros a los locales los llamamos peñas), y de repente entró la abuela de uno de nosotros y nos pregunto que que era eso y que que hacíamos. Yo al no saber que decir dije: "No nada, estamos aquí hablando tranquilos con un ambientador árabe nuevo". A esto que la mujer se quedo asombrada al ver la amplitud del ambientador, me pregunto que si le podía explicar como iba ese ambientador porque ella quería uno para su casa. Total, le tuvimos que regalar un paquete de 250g de dos manzanas de Nakhla para que nos dejase en paz y nos inventamos chorradas estupidas.
Menos mal que sus padres con 14 años que tenia el chaval no se enteraros que fumaba cosas raras (que por cierto, no lo son jajaja)
Moraleja de esta historia: A las mujeres de 70 y tantos años les encantan los ambientadores que te pringan las manos.
Hoy os traigo una pequeña historia de hace un par de años en verano en mi pueblo. Estábamos como un día cualquiera fumando cachimba por la tarde en nuestro local (nosotros a los locales los llamamos peñas), y de repente entró la abuela de uno de nosotros y nos pregunto que que era eso y que que hacíamos. Yo al no saber que decir dije: "No nada, estamos aquí hablando tranquilos con un ambientador árabe nuevo". A esto que la mujer se quedo asombrada al ver la amplitud del ambientador, me pregunto que si le podía explicar como iba ese ambientador porque ella quería uno para su casa. Total, le tuvimos que regalar un paquete de 250g de dos manzanas de Nakhla para que nos dejase en paz y nos inventamos chorradas estupidas.
Menos mal que sus padres con 14 años que tenia el chaval no se enteraros que fumaba cosas raras (que por cierto, no lo son jajaja)
Moraleja de esta historia: A las mujeres de 70 y tantos años les encantan los ambientadores que te pringan las manos.