Buenas tardes, cachimberos, aprovecho mi primer post para contaros cómo descubrí el gran mundo de la cachimba
Una noche de sábado en cierta ciudad de la meseta mis amigos y yo nos empezamos a aburrir -pues estábamos de fiesta- ya que el ambiente que había era un poco soso (invierno gélido, nadie por las calles, ya estábamos cansados de bares etc) Así que estábamos sin plan cuando un amigo dijo... ¿y si nos fumamos una cachimba? Este amigo estudia Física en la Universidad, y tienen por costumbre al terminar un examen primero pasar la pena del posible suspenso con una cachimba y luego irse a beber de lugar en lugar para olvidarse definitivamente
El problema era que el chaval este la fumaba en un piso de estudiantes donde debían tener una bastante curiosa, pero en la ciudad a aquellas horas de la noche no teníamos ni idea de dónde podíamos encontrar un local que las pusiesen. Nuestra primera visita: un kebab que sabíamos que antaño sí las servía. Y ojalá lo siguiese haciendo, porque tenían una habitación decorada muy al estilo oriental, con muchos sofás bajos llenos de cojines y una cachimba enorme en el centro. Pero fue pocos días después de que aprobasen la ley antitabaco, así que prácticamente nos echó a patadas al grito de "NOHUMO NOSHIHSA NOFUMARAQUÍ".
Habíamos perdido las esperanzas cuando otro del grupo se acordó de un local en el que estuvo alguna vez en el que sí preparaban cachimbas y hacían alguna que otra cosa por lo que era probable que no hubiese dejado de hacerlo. Dicho y hecho, fuimos, y tras hablar un poco con el dueño en cuchicheos nos metió en la trastienda, tras una puerta bien gruesa con cerradura de las deslizantes de seguridad. Os podéis imaginar mi cara, que era la primera vez que voy ahí sin conocer el lugar y van y nos encierran detrás de las cocinas
Al poco rato nos trajo la primera cachimba que probé. Creo que era de lima o de algo parecido, el caso es que al principio estaba buenísima pero luego rascaba un poco. Nada que un cachi de agua no pudiese solucionar, ya que no sabíamos otra manera. Novatos que éramos. Tras acabarnos la primera, como ya nos tocaba coger taxi para volver a casa sí o sí (ya no quedaban autobuses) pedimos la segunda para probar otro sabor, la cual ya pudimos cenar fuera de la trastienda porque no quedaba nadie, y ya después cenamos allí también. Las mejores alitas de pollo de la historia
Desde ese día he vuelto ahí varias veces, una de ellas con una tajada del copón durante las fiestas de la ciudad, que nos escapamos del grupo mi amigo el Físico y yo para disfrutar de una cachimba en silencio antes de ir a un concierto que había. Es un local muy tranquilo, suele estar en silencio, y como más disfruto es así, sin ruido, pudiendo hablar de tonterías o de cosas importantes echando bocanadas de humo.
Y tras mucho tiempo sin ir y con ganas de volver a probar una, hoy me he comprado mi primera cachimba. Una preciosidad negra pequeña, barata, para empezar, a la que ya le quiero cambiar la manguera y la tacilla. Ese es el motivo por el que me he registrado en el foro. ¡Saludos!
Una noche de sábado en cierta ciudad de la meseta mis amigos y yo nos empezamos a aburrir -pues estábamos de fiesta- ya que el ambiente que había era un poco soso (invierno gélido, nadie por las calles, ya estábamos cansados de bares etc) Así que estábamos sin plan cuando un amigo dijo... ¿y si nos fumamos una cachimba? Este amigo estudia Física en la Universidad, y tienen por costumbre al terminar un examen primero pasar la pena del posible suspenso con una cachimba y luego irse a beber de lugar en lugar para olvidarse definitivamente
El problema era que el chaval este la fumaba en un piso de estudiantes donde debían tener una bastante curiosa, pero en la ciudad a aquellas horas de la noche no teníamos ni idea de dónde podíamos encontrar un local que las pusiesen. Nuestra primera visita: un kebab que sabíamos que antaño sí las servía. Y ojalá lo siguiese haciendo, porque tenían una habitación decorada muy al estilo oriental, con muchos sofás bajos llenos de cojines y una cachimba enorme en el centro. Pero fue pocos días después de que aprobasen la ley antitabaco, así que prácticamente nos echó a patadas al grito de "NOHUMO NOSHIHSA NOFUMARAQUÍ".
Habíamos perdido las esperanzas cuando otro del grupo se acordó de un local en el que estuvo alguna vez en el que sí preparaban cachimbas y hacían alguna que otra cosa por lo que era probable que no hubiese dejado de hacerlo. Dicho y hecho, fuimos, y tras hablar un poco con el dueño en cuchicheos nos metió en la trastienda, tras una puerta bien gruesa con cerradura de las deslizantes de seguridad. Os podéis imaginar mi cara, que era la primera vez que voy ahí sin conocer el lugar y van y nos encierran detrás de las cocinas
Al poco rato nos trajo la primera cachimba que probé. Creo que era de lima o de algo parecido, el caso es que al principio estaba buenísima pero luego rascaba un poco. Nada que un cachi de agua no pudiese solucionar, ya que no sabíamos otra manera. Novatos que éramos. Tras acabarnos la primera, como ya nos tocaba coger taxi para volver a casa sí o sí (ya no quedaban autobuses) pedimos la segunda para probar otro sabor, la cual ya pudimos cenar fuera de la trastienda porque no quedaba nadie, y ya después cenamos allí también. Las mejores alitas de pollo de la historia
Desde ese día he vuelto ahí varias veces, una de ellas con una tajada del copón durante las fiestas de la ciudad, que nos escapamos del grupo mi amigo el Físico y yo para disfrutar de una cachimba en silencio antes de ir a un concierto que había. Es un local muy tranquilo, suele estar en silencio, y como más disfruto es así, sin ruido, pudiendo hablar de tonterías o de cosas importantes echando bocanadas de humo.
Y tras mucho tiempo sin ir y con ganas de volver a probar una, hoy me he comprado mi primera cachimba. Una preciosidad negra pequeña, barata, para empezar, a la que ya le quiero cambiar la manguera y la tacilla. Ese es el motivo por el que me he registrado en el foro. ¡Saludos!