Una mujer, de la ciudad rusa de Volgogrado, tardó cuatro días en comprender que su esposo había muerto hasta que claros indicios de putrefacción la hicieron caer en la cuenta.
Su marido, de 57 años, falleció el pasado 14 de enero y aunque la mujer permaneció en el mismo apartamento necesitó cuatro días para notar la defunción. La propia señora afirma haber creído todo ese tiempo que el esposo estaba dormido.
Jueces instructores constataron que el cuerpo presenta “marcados indicios de putrefacción” e iniciaron los trámites procesales para establecer la causa de su muerte y todas las circunstancias del suceso.
Su marido, de 57 años, falleció el pasado 14 de enero y aunque la mujer permaneció en el mismo apartamento necesitó cuatro días para notar la defunción. La propia señora afirma haber creído todo ese tiempo que el esposo estaba dormido.
Jueces instructores constataron que el cuerpo presenta “marcados indicios de putrefacción” e iniciaron los trámites procesales para establecer la causa de su muerte y todas las circunstancias del suceso.