La firma japonesa de juegos Sega está probando hasta fin de mes urinarios lúdicos en las salas de juego y bares de la ciudad de Tokio, donde los clientes se pueden entretener y marcar puntos en función de la potencia de su chorro de orina.
La empresa ha instalado de manera provisional los llamados "toylets" (un juego de palabras entre "toy", juguete, y "toilette", lavabo) dentro de los lavabos para hombres de cuatro bares y salas de entretenimiento de la capital japonesa.
Los urinarios están equipados con sensores de presión y también pequeñas pantallas instaladas a la altura de la vista de los clientes, para permitirles seguir su rendimiento que se basa en la precisión o la potencia de su chorro.
Uno de los juegos juzga la precisión del jugador y consiste en borrar con la orina los dibujos diseñados sobre una representación virtual del urinario que aparece en el visor del usuario. El otro de los juegos, bautizado como "Manneken Pis" en honor a la célebre estatua belga de un niño orinando, mide la potencia del chorro mediante el volumen de líquido vertido.
Por otra parte, una versión "dual" permite al cliente comparar la potencia de su chorro con aquella de la persona que le ha precedido en el urinario.
En el inicio, el proyecto estaba destinado a atraer anunciantes publicitarios, pero Sega finalmente renunció a desarrollarlo y comercializarlo, por el temor de los bares a que los clientes concurrieran a sus instalaciones solamente para jugar en los lavabos.
La experiencia tiene previsto ser terminada a finales del mes de enero.
La empresa ha instalado de manera provisional los llamados "toylets" (un juego de palabras entre "toy", juguete, y "toilette", lavabo) dentro de los lavabos para hombres de cuatro bares y salas de entretenimiento de la capital japonesa.
Los urinarios están equipados con sensores de presión y también pequeñas pantallas instaladas a la altura de la vista de los clientes, para permitirles seguir su rendimiento que se basa en la precisión o la potencia de su chorro.
Uno de los juegos juzga la precisión del jugador y consiste en borrar con la orina los dibujos diseñados sobre una representación virtual del urinario que aparece en el visor del usuario. El otro de los juegos, bautizado como "Manneken Pis" en honor a la célebre estatua belga de un niño orinando, mide la potencia del chorro mediante el volumen de líquido vertido.
Por otra parte, una versión "dual" permite al cliente comparar la potencia de su chorro con aquella de la persona que le ha precedido en el urinario.
En el inicio, el proyecto estaba destinado a atraer anunciantes publicitarios, pero Sega finalmente renunció a desarrollarlo y comercializarlo, por el temor de los bares a que los clientes concurrieran a sus instalaciones solamente para jugar en los lavabos.
La experiencia tiene previsto ser terminada a finales del mes de enero.