Era lunes por la noche, bastante tarde, sobre las 2 de la madrugada. Hacía frío y el relente de la noche caía sobre nosotros. Éramos pocos, unas 6 personas y todas reunidas sobre el mimso elemento...la cachimba. Ese artilugio que nos ameniza las reuniones, que nos alegra los momentos y nos crea risas...y a veces llantos. Fumábamos una cachimba que estaba exquisita, cola Al-sultán con cola, agua y hielo en la base. Sublime.
Al poco tiempo tocaba recojer, ya era hora de irse a la cama, mañana sería otro día. Manuel, un amigo, amablemente se ofreció a ayudar a limpiar la cachimba, sin saber el desastre que iba a ocurrir. No lo ví, estaba ocupado en otro asunto, limpiando las cazoletas, cuando de repente un estruendo atravesó mis oídos. Un rayo atravesó mi cabeza, la vista se me nublaba, mi presión sanguínea aumentaba, los ojos se me inyectaron en sangre y el pulso se aceleraba cada vez más. Me di la vuelta y mis ojos no daban crédito a lo que estaba viendo, como si de un puzle de cristal se tratara se repartía por el suelo la base giratoria...Que ha pasado!!!!!
Una sacudida a la base giratoria para "escurrirla" tuvo la culpa. Respiré, cerré los ojos y conté hasta 10 ó hasta un millón, no lo se exactamente ya que el tiempo se paró para mi. Tranquilicé mi mente para que detuviera mi cuerpo, mis posibles "actos vengativos". Todo había pasado ya, no había solución. Sólo me queda decir...Descansa en paz amiga.
Al poco tiempo tocaba recojer, ya era hora de irse a la cama, mañana sería otro día. Manuel, un amigo, amablemente se ofreció a ayudar a limpiar la cachimba, sin saber el desastre que iba a ocurrir. No lo ví, estaba ocupado en otro asunto, limpiando las cazoletas, cuando de repente un estruendo atravesó mis oídos. Un rayo atravesó mi cabeza, la vista se me nublaba, mi presión sanguínea aumentaba, los ojos se me inyectaron en sangre y el pulso se aceleraba cada vez más. Me di la vuelta y mis ojos no daban crédito a lo que estaba viendo, como si de un puzle de cristal se tratara se repartía por el suelo la base giratoria...Que ha pasado!!!!!
Una sacudida a la base giratoria para "escurrirla" tuvo la culpa. Respiré, cerré los ojos y conté hasta 10 ó hasta un millón, no lo se exactamente ya que el tiempo se paró para mi. Tranquilicé mi mente para que detuviera mi cuerpo, mis posibles "actos vengativos". Todo había pasado ya, no había solución. Sólo me queda decir...Descansa en paz amiga.