Nos encontramos en un techado, bajo unos bloques de pisos. Cuando llegamos ya había gente allí, hablando y bebiendo. Como no, empecé a hacerme una cachimba.
En la base hielo, bastante hielo, vodka y agua. En la cazoleta tabaco de sandía de la marca mizo...de mis favoritos. De repente, con la pastilla recién encendida sale un vecino quejándose y al poco tiempo escuchamos sirenas de policía. No entra miedo, en la calle está prohibido beber y la crisis económica nos afecta a todos, así que recojimos en unos segundos todo lo que había, lo guardamoas y ya nos íbamos pero...y la cachimba?
No, no y NO la iba a quitar, estaba recien echa y buenísima, eso hubiera sido pecado cachimbero. Entonces lo propuse, y lo hice. Un cubrevientos grande y grueso, la pastilla no podía caerse bajo ningún concepto. Lo que puede parecer una tarea fácil no lo era, mi cachimba es de casi un metro de alto y la manguera mide dos.
-"venga jenny, sientate y yo te doy la cachimba,¡¡ date prisa que vienen los tíos!!"
Lo conseguimos, la cachimba estaba dentro y todo parece bien anclado, la pastilla sin posibilidda de caerse y los accesorios bien encajados. Era hora de marcharse...y rápido. Salimos varios coches de allí en dirección a nuestro próximo destino y tenía la cachimba a mi lado, a nuestro lado...
Como no, empezamos a fumar, y como llovía las ventanas estaban cerradas, por poco tiempo claro. En tres fumadas hicimos un submarino que me impedía ver la carretera, y al volante no se juega. Al abrir las ventanillas el coche humeaba como el de las películas de negros del bronx y a los lados mis amigos me miraban...envidiosos...
Yo ya había conseguido algo que anhelaba, una buena cachimba en el coche, pero aun podía conseguir algo más...compartirla. Sólo fue necesaria una mirada al coche de mi lado, el resto podeis imaginarlo. Gracias a la longitud de mi nueva manguera el éxito estaba asegurado. Y eso fue, un éxito que bien puede parecer una temeridad, pero un hito increible. No creo que mucha gente pueda presumir de habese echo una cachimba en el coche...para varios coches.
Por fin llegamos a nuestro nuevo destino, un sitio tranquilo donde no íbamos a molestar a nadie ni nadie nos iba a molestar a nosotros. Y entonces nos dimos cuenta de una cosa...ya había que hacerse otra cachimba.